¿Qué es el síndrome antifosfolipídico?

Conocido médicamente como el síndrome antifosfolípido (SAF), y más coloquialmente como ‘sangre pegajosa’, el síndrome de Hughes es una enfermedad autoinmune que afecta a la sangre y su capacidad de coagular. Un sistema inmunológico hiperactivo produce anticuerpos antifosfolípidos que hacen que la sangre coagule demasiado rápido tanto en venas como en arterias.

T

odavía no se sabe  por qué el sistema inmune se vuelve hiperactivo y se ataca a sí mismo, pero la creciente evidencia clínica indica que  hay probablemente una predisposición genética que se activa en personas predispuestas a padecer la enfermedad. Los factores desencadenantes pueden incluir infecciones virales, tales como fiebre  glandular y herpes, u otros causantes de trombos, tales como la inmovilidad, la deshidratación, la cirugía, los anticonceptivos orales y el embarazo.

Con el síndrome de Hughes / antifosfolípido, la coagulación de la sangre puede afectar a cualquier vena, arteria u órgano en el cuerpo y las consecuencias pueden incluir condiciones potencialmente mortales, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y la trombosis venosa profunda. En el embarazo, los anticuerpos pueden causar aborto involuntario, preeclampsia, bebés con bajo peso, partos prematuros y muerte fetal. También puede causar síntomas de bajo grado, tales como dolores de cabeza, migrañas, mareos, problemas de memoria y fatiga. No todas las personas con síndrome de Hughes / antifosfolípido desarrollan trombos y / o problemas en el embarazo y, si bien algunas personas pueden vivir libres de síntomas, otras se ven gravemente afectadas en su vida diaria. Se necesita mucha más investigación antes de que se pueda responder a estas preguntas.

Personas de todas las edades, incluyendo niños, pueden tener el síndrome de Hughes / antifosfolipídico, pero tiende a afectar principalmente a la población entre 20 y 50 años de edad, y más a las mujeres que a los hombres. Es difícil evaluar cómo de común es, ya que a menudo los afectados están mal diagnosticados o no lo están en absoluto y, hasta ahora, no se han realizado estudios epidemiológicos a gran escala. Sin embargo, algunas estimaciones indican que nos encontramos ante una incidencia de 5 nuevos casos por 100.000 personas al año. La buena noticia es que el síndrome de Hughes / antifosfolípido es potencialmente prevenible y tratable si se diagnostica a tiempo. Ser diagnosticado tan pronto como sea posible y ser tratado correctamente parece tener una relación directa con el bienestar futuro  de los pacientes. La mayoría podrá  llevar a cabo una vida normal siempre y cuando  siga el  tratamiento correctamente, pero, por desgracia, un pequeño número de personas seguirá experimentando trombos a pesar de estar en tratamiento. Todavía no se conocen las razones.

Traducido de: http://www.aps-support.org.uk/resources/factsheets/HSF-APS-AHS-What-is-Hughes-Syndrome.pdf

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